Boca Juniors

Por primera vez en la historia, la Copa Mundial de Clubes de la FIFA no tendrá un campeón brasileño. Y eso se debe, en gran medida, a Boca Juniors de Argentina, que se impuso a Gremio de Porto Alegre en la final de la Copa Libertadores 2007.

Los argentinos representan, además, una cara conocida para los aficionados nipones. Y es que no sólo han ganado seis Copas Libertadores a lo largo de su rica historia, sino que han levantado cuatro en los últimos siete años, lo que hace de la tierra del Sol Naciente un territorio familiar para los conducidos por Miguel Ángel Russo.

El equipo más popular de Argentina, además, cuenta con un saldo favorable en sus recientes visitas a Tokio. A saber: ha vencido al Real Madrid de los Galácticos en 2000 y al AC Milan de Carlo Ancelotti en 2003, mientras que sólo ha caído en su enfrentamiento frente al Bayern de Munich de 2001.

En 2007, la afición boquense ha vivido una nueva fiesta con la consagración en el máximo torneo continental de clubes. Sin embargo, el título ha llegado sin la angustia presente en ediciones anteriores: se impuso al Tricolor Gaúcho en ambas finales y sin recibir un solo gol, hecho sólo conseguido por Estudiantes de La Plata ante Nacional de Montevideo en 1969.

Para lograr su objetivo, Russo contó con un jugador inigualable: Juan Román Riquelme, quien llegó a préstamo desde el Villarreal para convertirse en el corazón de un equipo mixto, que contó con el complemento de varios futbolistas jóvenes y otros experimentados. El armador, además de aportar su incomparable lectura de juego, contribuyó al éxito con 8 goles de gran factura -máximo anotador del equipo-, incluyendo 3 en la serie final.

El resto del equipo base estuvo conformado por Mauricio Caranta, sobrio y seguro en el arco, más una defensa cargada de experiencia. Hugo Ibarra, que disputó cuatro finales de la Copa Libertadores y ha ganado todas, compartió la zaga con Daniel Díaz, Claudio Morel Rodríguez y Clemente Rodríguez, otro con varios lauros sobre sus hombros. En el medio, resaltaron la juventud y el atrevimiento de Ever Banega, Neri Cardozo y Pablo Ledesma, mientras que Martín Palermo y Rodrigo Palacio conformaron la temible dupla ofensiva Xeneize.

Ahora, a cuatro años de su última coronación en Japón, el destino quiso que Boca vuelva a compartir la instancia decisiva con el AC AC Milan. Sin dudas, un guiño del destino para uno de los equipos más exitosos de los últimos años en todo el Planeta Fútbol.

El camino que lleva a Japón
Tras ausentarse de la Copa Libertadores en 2006, muchas eran las expectativas del pueblo Xeneize de cara a la edición 2007 de la competencia. Boca había perdido el torneo Clausura de manera increíble frente a Estudiantes de La Plata, y necesitaba recomponer su imagen en el plano local e internacional.

Para eso, había llegado Miguel Ángel Russo en reemplazo de Ricardo La Volpe, quien paradójicamente ocupó el cargo de su sucesor en Vélez Sarsfield. También retornaron Clemente Rodríguez y Juan Román Riquelme, mientras se mantuvo intacta la base de los equipos campeones en las temporadas anteriores.

En ese contexto, Boca Juniors afrontó el Grupo 7 ante Cienciano de Perú, Toluca de México y Bolívar de La Paz. Allí el equipo no brilló, pero hizo lo suficiente para finalizar en el segundo puesto por detrás de los mexicanos al golear 7-0 a los bolivianos en la última jornada. A partir de octavos de final, todo cambiaría para los de Russo.

Primero Vélez Sarsfield, luego Libertad de Paraguay y por último Cúcuta Deportivo de Colombia estuvieron cerca de eliminar a los futuros campeones, que terminaron por imponerse gracias a su experiencia y efectividad. Llegaba la hora de la final ante Gremio, que venía de eliminar a Santos FC, la sensación del torneo.

La primera final prácticamente sentenció la llave, cuando Boca Juniors goleó 3-0 a los brasileños en una Bombonera colmada. Una semana más tarde, el genio de Riquelme iluminó el camino Xeneize en el estadio Olímpico de Porto Alegre. Allí, con dos goles en el complemento, el número Diez definió la sexta Copa Libertadores que descansa en la orgullosa vitrina boquense.

Palermo, el optimista del gol
Martín Palermo será, sin duda alguna, la principal carta de gol con la que contará Boca Juniors durante la Copa Mundial de Clubes de la FIFA Japón 2007.

Nacido en La Plata el 7 de noviembre de 1973, el Loco se inició en las divisiones menores del club Estudiantes de esa ciudad, debutando en primera división en 1992. En 1997 llegó a Boca, logrando en su primera etapa con el Xeneize tres títulos locales, una Copa Libertadores (2000) y una Intercontinental (2000), luego de vencer al Real Madrid con dos goles suyos (2-1). Tras su paso con distinta suerte por el fútbol español (Alavés, Betis y Villarreal), volvió a Boca en 2004, aportando tantos a granel para sumar dos vueltas olímpicas locales y cinco internacionales más.

Aprovechando al máximo sus 1,87 metros de altura, Palermo se transformó en un maestro en el arte del cabezazo, aunque su particular manera de definir provocó que Carlos Bianchi lo definiera alguna vez como "un optimista del gol". En 1998 se consagró goleador del Torneo Apertura con 20 tantos en 19 partidos, marca todavía no superada en la historia de los torneos cortos de Argentina. En la actualidad, centrodelantero persigue otro hito: transformarse en el máximo artillero en la historia de Boca.

El hombre que lleva las riendas
A los 51 años, Miguel Ángel Russo se dio el lujo de ingresar al club selecto de los entrenadores campeones de América en el club Xeneize que, hasta hoy, sólo integraban dos pesos pesados en la institución: Juan Carlos Lorenzo y Carlos Bianchi. Y todo con apenas seis meses en el club.

Russo nació el 9 de abril de 1956 en el Sur de la Provincia de Buenos Aires, y jugó toda su carrera como volante defensivo en Estudiantes de La Plata. Debutó en 1975 y se retiró en 1978, cuando ya había dado sobradas muestras de su facilidad para leer y organizar el juego. De allí que nadie se haya sorprendido cuando decidió dedicarse al apasionante y estresante mundo de la dirección técnica.

Desde el banquillo, consiguió tres ascensos a Primera División: dos con Lanús y uno con Estudiantes. También trabajó fuera del país, donde dirigió al Salamanca de España, el Morelia de México y la Universidad de Chile, con la que alcanzó las semifinales de la Copa Libertadores en 1996.

Retornó a Argentina en 1999 para dirigir a Colón de Santa Fe, nuevamente Lanús y Rosario Central, antes de recalar en Vélez Sarsfield. Con el club de Liniers alcanzaría el Torneo Clausura 2005, aunque en diciembre de 2006 abandonaría la institución para reemplazar a Ricardo La Volpe al frente de Boca. "A Basile lo quiero mucho, pero Russo es el mejor para este club", afirmó Diego Maradona en aquel entonces. Seis meses más tarde, Miguel le devolvería la confianza al llevar al equipo Xeneize hasta el segundo puesto en el Torneo Clausura y la gloria en la Copa Libertadores de América.

Su historia en breve
Boca Juniors nació el 3 de abril de 1905, producto de la reunión entre cinco amigos del barrio de La Boca, un suburbio portuario de inmigrantes lindante con el Río de La Plata. Esteban Baglietto, Alfredo Scarpatti, Santiago Sana y los hermanos Juan y Teodoro Farenga propusieron formar un club de fútbol que respetase el espíritu de barrio, en cuyas calles jugaban con pelotas de trapo o de goma.

El nombre fue tomado directamente del barrio, aunque se le agregó la palabra "Juniors" para aportarle un tono inglés. La idea, claro está, era brindarle un poco más de prestigio al club que contrastaba con la fama de "lugar difícil" que se había ganado La Boca por aquel entonces.

Su camiseta fue cambiando a lo largo de los años: la leyenda cuenta que la primera fue de color rosa, aunque pronto sería reemplazada por una a bastones verticales blancos y negros. El Azul y Amarillo, por el contrario, entrarían en escena en 1907 luego de que un joven del club viera un barco de bandera sueca desde el puente de La Boca. "Es la más linda del mundo", dice Diego Maradona, quizás el máximo ídolo en la historia de la institución.

Los Xeneizes, tal como se conoce a sus aficionados, se enorgullecen al denominarse como "la mitad más uno", en referencia a la cantidad de hinchas que tienen a lo largo y ancho del país. Entre sus máximos íconos de pertenencia se encuentra su estadio. El mismo se levanta en el corazón del barrio y es conocido como La Bombonera. La fama que ha adquirido habla por sí sola: se dice que cuando está colmado, el campo de juego se mueve, aunque sus fanáticos van incluso más allá: "La Bombonera no vibra, late".

A nivel local, Boca Juniors es el segundo equipo con más títulos detrás de River Plate, su eterno rival, aunque sus recientes logros internacionales lo han llevado a ser el conjunto argentino de mayor proyección mundial.

(FIFA.Com)

 

Lista del equipo

1
Javier GARCIA (ARG)
2
Matias SILVESTRE (ARG)
3
Claudio MOREL (PAR)
4
Hugo IBARRA (ARG)
5
Sebastian BATTAGLIA (ARG)
6
Matias CAHAIS (ARG)
8
Pablo LEDESMA (ARG)
9
Martin PALERMO (ARG)
11
Leandro GRACIAN (ARG)
12
Mauricio CARANTA (ARG)
14
Rodrigo PALACIO (ARG)
15
Alvaro GONZALEZ (URU)
16
Juan KRUPOVIESA (ARG)
17
Mauro BOSELLI (ARG)
19
Neri CARDOZO (ARG)
20
Jonatan MAIDANA (ARG)
21
Carlos BUENO (URU)
22
Fabian VARGAS (COL)
24
Ever BANEGA (ARG)
25
Pablo MIGLIORE (ARG)
27
Nicolas BERTOLO (ARG)
29
Gabriel PALETTA (ARG)

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